De cada 10 peruanos que la rompen, ¿solo una es mujer?
A propósito del machismo nuestro de cada día (y la falta de capacidad del macherío de siquiera hacer el esfuerzo de darse cuenta...)
Diez peruanos que la rompen contestan qué es el liderazgo. Los diez son blancos (en el contexto). Solo una es mujer. Uno de los autores sostiene que pretendían paridad de género, pero que las mujeres que invitaron o no quisieron o no se ajustaban a sus plazos. Y que, luego de un año, ya no tenían más tiempo para seguir buscando.
Me disculparán, pero a estas alturas yo no me trago tan fácilmente el cuento, porque para mí no es más que una excusa en contextos en los que probablemente nunca hubo enfoque de género sino un intento muy mínimo de ser políticamente correcto y cumplir con una cuota que a fin de cuentas se considera prescindible. Si llegamos bien, y si no también.
Si realmente hay voluntad de incluir hombres y mujeres por igual, hay que tener clarísimo de arranque que va a ser muuuuucho más difícil encontrar mujeres exitosas (independientemente de qué entendamos por éxito, que ese es ooootro debate) porque el espacio público históricamente ha sido dominado por los hombres , porque absolutamente todo es dominado por los hombres (y no voy a decir qué tipo de hombres porque ustedes ya se imaginarán, ¿no?) y a las mujeres los espacios de visibilidad les son negados sistemáticamente y tienen que arranchárselos al sistema. Entonces, hay que prever que esto va a llevar más tiempo y una iniciativa editorial seria al respecto no puede hacerse en tres patadas. Si es de un día para el otro, la intención paritaria era cuento. Si había un año y no consiguieron, pues, qué te puedo decir...
También implica escapar del recurso sencillo de las mujeres más conocidas en un área e investigar más. No solo porque las más conocidas suelen tener la agenda llena, sino porque muchas veces justamente por cumplir con la cuota de género terminan siendo invitadas a hablar siempre de todo, absolutamente todo, incluso de asuntos de los que no saben absolutamente nada, única y exclusivamente para cumplir con la cuota. Así que la intención de hacer un libro con casos de éxito con paridad entre hombres y mujeres debía implicar también más esfuerzo de investigación para poder "descubrir" casos poco conocidos. No es solo poner focos sobre las mujeres, sino cada vez sobre más mujeres, sobre diferentes mujeres.
Justificar la ausencia de mujeres (porque una de diez es prácticamente ausencia, eh) como lo hace el autor es, en la práctica, echarle la culpa a las propias mujeres por su invisibilidad. Y eso a mí me resulta perverso porque desde un lugar de poder (hombre, heterosexual, blanco en el contexto, con ciertos recursos, con ciertos contactos, etc.) se termina resumiendo en algo así como "no es mi problema, pe", ignorando que hay variables estructurales que convierten a unos en sujetos de privilegio y a otras en sujetos marginales, sin hacer siquiera el menor esfuerzo de ponerse en los zapatos, zapatillas, tacos o lo que sea de otros, de otras.
Si en un año no encontraron más que una mujer los autores tendrían que preocuparse por qué, problematizarlo, cuestionarlo, cuestionarse. Pero hoy me quedó clarísimo que ni lo intentan. Por el contrario, recurren a la chacota, al ataque. Y, claro, son libres de incluir a quien les venga en gana en su libro. Total, es su libro. Pero en estos tiempos no pretendan hacer un libro de puro macho blanco y pretender que las otras nos quedemos calladitas en nuestras casas, pues. Si el macherío va a mantener sus privilegios, si nos los va a enrostrar día a día, que se empiece a acostumbrar a escuchar nuestros reclamos y se aguante. En especial si se asumen tan progres, ¿no?